El 23 de enero de 2020, Villa El Salvador vivió una de las tragedias más impactantes de su historia. Un camión cisterna que transportaba Gas Licuado de Petróleo sufrió una fuga, y en cuestión de minutos, el gas se expandió por las calles del distrito. Nadie imaginó lo que ocurriría después: una enorme deflagración arrasó con viviendas, dejando 34 muertos y varios heridos graves. Las escenas de dolor y desesperación marcaron a toda la comunidad.
Después de años de lucha por justicia, la sentencia del caso dejó a muchos indignados. El chofer del camión, Luis Guzmán Palomino, recibió una pena de cinco años de prisión suspendida, lo que significa que no irá a la cárcel. Además, se determinó una reparación civil mínima para los afectados, lo que ha generado rechazo por parte de las familias de las víctimas. Para ellos, esta decisión judicial no refleja la magnitud de la tragedia ni el sufrimiento que han enfrentado.
La indignación sigue latente. Los familiares y vecinos han levantado su voz en protestas, exigiendo una sanción más dura y cuestionando la seguridad en el transporte de materiales peligrosos. La tragedia de Villa El Salvador no solo dejó cicatrices físicas, sino también heridas emocionales profundas que aún no sanan. La comunidad espera que su dolor no sea ignorado y que la justicia realmente haga honor a su nombre.