Este viernes 2 de mayo, un poderoso terremoto de magnitud 7.5 sacudió la región de Magallanes, en el extremo sur de Chile, sorprendiendo a los habitantes de la zona. El epicentro se ubicó a 218 kilómetros al sur de Puerto Williams, y la intensidad del sismo obligó a las autoridades a activar los protocolos de emergencia. En cuestión de minutos, el Centro Sismológico Nacional (CSN) confirmó el movimiento telúrico, mientras el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (SHOA) emitió una alerta de tsunami, generando preocupación entre la población.
Las calles de Punta Arenas y Puerto Williams comenzaron a llenarse de personas que intentaban resguardarse en zonas seguras, mientras el Senapred coordinaba la evacuación del borde costero. Afortunadamente, hasta el momento no se han reportado víctimas ni daños estructurales significativos, pero los expertos advierten que las réplicas podrían continuar en las próximas horas. El presidente Gabriel Boric instó a la ciudadanía a mantener la calma y seguir las indicaciones oficiales para evitar cualquier riesgo.
Ante la posibilidad de nuevas réplicas, las autoridades recomiendan a la población estar preparada con una mochila de emergencia, que incluya agua, alimentos, linterna y documentos importantes. Se espera que el tren de olas provocado por el sismo llegue a la costa en horas de la tarde, por lo que se mantiene el monitoreo constante de la situación. Mientras Chile observa con cautela la evolución de este fenómeno natural, la solidaridad y el autocuidado se convierten en las herramientas más valiosas para enfrentar la emergencia.