El futbolista boliviano Miguel Terceros fue arrestado en Brasil luego de ser acusado de realizar comentarios racistas durante un partido de la Serie B del Brasileirao. Según el informe del árbitro, el jugador habría insultado a su rival, Allano, con expresiones discriminatorias, lo que llevó a su detención. Este incidente generó gran indignación en el campo y activó el protocolo antirracismo de la FIFA.
El problema surgió en el partido entre América Mineiro y Operário Ferroviário, cuando Allano señaló que había recibido un insulto racista por parte de Terceros. Aunque los árbitros no presenciaron directamente lo sucedido, la denuncia fue tomada en serio y el jugador boliviano fue llevado a una dependencia policial para ser investigado. En Brasil, los delitos de injuria racial pueden recibir penas de hasta cinco años de prisión.
Por ahora, ni el América Mineiro ni la Confederación Brasileña de Fútbol han hecho declaraciones oficiales sobre el caso. Mientras tanto, el club Operário expresó su total apoyo a Allano y reafirmó su compromiso con la lucha contra el racismo en el fútbol. Este episodio ha reavivado el debate sobre la necesidad de erradicar la discriminación en el deporte.