Hoy en el Capitolio de Texas, tuve la oportunidad de ver un cambio significativo para el ámbito empresarial en el estado. Greg Abbott, el gobernador, firmó la ley SB 29, una medida que no solo promete dinamizar el crecimiento económico, sino que además proyecta a Texas como el lugar ideal para emprender. Sus palabras, "Texas es el campeón reinante e indiscutible para hacer negocios en EEUU," resuenan con fuerza y transmiten la confianza y visión de futuro que el estado quiere ofrecer a empresarios y directivos.
Lo que más me llamó la atención fue cómo esta ley protege la libertad de decisión en las empresas. Al codificar la regla del juicio empresarial, se le da a los responsables la seguridad de actuar con autonomía y sin temor a litigios arbitrarios. Además, se agilizan los procesos judiciales y se refuerza la independencia de los consejos de administración, medidas que creo marcarán la diferencia para atraer inversiones y fomentar un ambiente de innovación constante.
Para quienes apostamos por un futuro empresarial dinámico y sin trabas, esta nueva ley es una clara muestra de que Texas está dispuesto a liderar con el ejemplo y a sentar las bases para un crecimiento sólido y sostenible en el tiempo.