La noche en el Hard Rock Stadium se tiñó de nervios y emoción. Inter Miami, con Lionel Messi como estandarte, parecía encaminarse a una clasificación tranquila tras los goles de Tadeo Allende (16’) y Luis Suárez (65’). El joven Allende, heredero de la gloria rosada, definió con temple tras una contra letal, y Suárez volteó de zurda tras un descuido defensivo paulista.
Pero el Palmeiras emergió con el oficio que acostumbra en estas lides. Paulinho, con un disparo raso al ángulo (80’), y Mauricio, de cabeza a la salida de un córner (87’), rescataron la igualada. El público contuvo el aliento hasta el pitazo final, consciente de que aquel 2-2 otorgaba igual la clasificación a los de Miami.
Ahora, la histórica cita aguarda: PSG será el rival en octavos. Un duelo de superestrellas donde Messi volverá a medir fuerzas con sus fantasmas del pasado. Javier Mascherano, técnico de las “Garzas”, subrayó tras el encuentro: “Fue un paso gigantesco, pero esto apenas comienza. Frente al PSG necesitaremos nuestra mejor versión”.