Por primera vez en España, un convoy de 750 metros cargado con semirremolques de camiones ha partido del puerto de Le Boulou con destino a Madrid, inaugurando la autopista ferroviaria ibérica. Operada por VIIA, filial de la SNCF, en alianza con Adif, Valenciaport, TransItalia y Tramesa, este servicio intermodal agiliza el transporte de mercancías y reduce emisiones contaminantes.
El trayecto, que hasta ahora implicaba unas 20 horas de conducción y múltiples peajes, se completa en 12 horas sin pisar el asfalto. Las unidades elevan los semirremolques mediante grúas especializadas y los colocan en vagones aptos para su desplazamiento por la red ferroviaria nacional.
Con una inversión de 20 millones de euros, el proyecto prevé trasladar 10 000 camiones anuales desde el Puerto de Valencia y aprovechar la flota de 70 000 vehículos de TransItalia. La operación evitará la emisión de entre 14 000 y 16 000 toneladas de CO₂ al año, según datos de los promotores.
Carlos Pereda, subdirector de Tramesa, destaca que el sistema “ofrece una solución logística competitiva: el ferrocarril supera a la carretera en estabilidad de horarios y sostenibilidad”. Adif, por su parte, confirma que el objetivo es duplicar la cuota modal del tren de mercancías antes de 2030, replicando el modelo en nuevos corredores clave.