Donald Trump vuelve a estar en el centro de la polémica. En una entrevista reciente, el expresidente defendió su decisión de aceptar un avión de lujo como regalo de la familia real de Qatar. Según él, sería una solución práctica mientras se espera la llegada de los nuevos Air Force One. Pero no todos están convencidos.
La Constitución de EE.UU. prohíbe que los funcionarios acepten regalos de gobiernos extranjeros sin la aprobación del Congreso. A pesar de esto, asesores legales han asegurado que el obsequio no infringe ninguna norma. Sin embargo, el debate sobre la ética y las posibles implicaciones de este gesto sigue creciendo.
Las redes sociales y los medios han reaccionado con opiniones divididas. Algunos ven el regalo como una muestra de buena voluntad, mientras que otros lo consideran un riesgo para la transparencia en el gobierno. Lo cierto es que Trump, una vez más, ha logrado captar la atención del mundo.