Personalmente, no puedo evitar sentir una profunda tristeza al leer la noticia de este infortunado accidente en La Libertad. Ver cómo una comunidad es sacudida por la pérdida de seres queridos, en un trágico choque en la Panamericana Norte, me llena de pesar y reflexiono sobre la fragilidad de la vida.
La imagen de la regidora de Virú, Bertha Delgado Bolaños, luchando por mantenerse en pie mientras pierde a su madre y a su hermana, resuena con fuerza en lo más sensible de nuestro ser. Este dolor compartido, donde la violencia de un accidente se lleva consigo a seres tan cercanos, invita a valorar la vida y a estrechar lazos en momentos de adversidad.
Me conmueve profundamente el espíritu de resiliencia y solidaridad que emerge en estos momentos difíciles. En un instante, la rutina se transforma en una lamentable tragedia, recordándonos que cada alerta y cada medida de seguridad importan. Es un llamado a la empatía y a la unión, para apoyar a quienes sufren y exigir medidas que prevengan futuras tragedias.